viernes, 25 de agosto de 2017

Ahora lo sé.

Y sé que te perdí por tonta:
Que nunca supe lo que realmente tenía entre las manos.
Que no fui valiente en admitir mis errores, y en perdonar los tuyos.
Que no fui lo suficientemente sincera al decirte que te quería con toda mi alma, que no tenía credibilidad, que no lo supiste.
Que tantas noches y días; horas, minutos, y segundos; todos los que hemos pasado sí contaba, mucho.
Por no saber valorarte, valorarme y sobretodo, valorarnos, a nosotros: tu y yo, y no otros, me quedé esperando algo que no iba a pasar, porque ya había pasado.

jueves, 17 de agosto de 2017

Pero no.

Puede que la veas sonreír, que nunca tenga una palabra fea en la boca. Que ría con cada tontería que escuche y que comparta frases bonitas en todas partes. Que irradie alegría y buen rollo allá donde vaya... Pero deberías ver que lo único que intenta es no dejar salir todo lo que lleva dentro.