Pero un día, sin saber muy bien por qué, esa persona se cierra y no deja que veas más allá de lo que aparenta, se aleja y como llegó se va.
Confusa; te preguntas que has hecho mal para que todo esto haya pasado... Y sin un por qué muy claro, apagas la luz, cierras los ojos y con una lágrima que te rueda por la cara, te duermes.
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