Vas de tía dura, con tu chupa de cuero, tus gafas de sol, tus botas de piel, moto tuneada... Pero luego llegas a casa y hay un ramo de flores sobre la mesa:
"Buenas noches pequeña, acaba bien el día, te quiero".
Lo miras, sonríes y te emocionas...
No eres tan dura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario