miércoles, 13 de agosto de 2014

tú.

Fuiste el agua de mi sed,
el calor de aquel invierno intenso,
fuiste mis días, e incluso, 
formaste parte de  algunas de mis noches,
me relajaste cuando todo estaba tenso;
sonreiste a mis enfados, 
también a mis reproches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario