viernes, 25 de agosto de 2017

Ahora lo sé.

Y sé que te perdí por tonta:
Que nunca supe lo que realmente tenía entre las manos.
Que no fui valiente en admitir mis errores, y en perdonar los tuyos.
Que no fui lo suficientemente sincera al decirte que te quería con toda mi alma, que no tenía credibilidad, que no lo supiste.
Que tantas noches y días; horas, minutos, y segundos; todos los que hemos pasado sí contaba, mucho.
Por no saber valorarte, valorarme y sobretodo, valorarnos, a nosotros: tu y yo, y no otros, me quedé esperando algo que no iba a pasar, porque ya había pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario